Me he enamorado de este hotel. Después de un mes por Turquía, este hotel ha sido la gran sorpresa del viaje. Habitación impoluta, cama muy confortable, buena ropa de cama, albornoz, toallas de gran calidad. Un buen baño con ducha con mucha presión, hasta las botellas de gel eran bonitas. Todo con buen gusto. Wifi de primera. Que decir del desayuno, una gran cantidad de productos. Fruta pelada y cortada, una cocinera que hacía los pancakes y pasteles, ensaladas, y café. El hotel es pequeño muy bien decorado, con mucho gusto. Todos los empleados son muy agradables y sonrientes, y la recepcionista Vahide un encanto. Nunca he escrito tanto para un comentario pero es que me quedo corta.