Lo mejor del hotel la ubicación frente a la playa cn sus mesas en la arena cenamos ahi todas las noches y es espectacular, la comida tambien riquisima y barata, las empleadas muy amables y serviciales, lo malo del hotel es que de madrugada no puedes dormir entre los ruidos d los gallos, la iglesia, tambores o no se que serían que desde las 5:00 d la mñn no puedes pegar ojo.. pero quitando eso todo muy bien