Uno de los muchos hoteles con encanto en Lecce. Bonita decoración, habitación muy amplia ( era la que tiene vama con dosel), sin embargo el baño era muy pequeño ( es un edificio antiguo y la distribución de los rspscios está limitado por la arquitectura). Tech muy alto. El desayuno no muy amplio pero de muy buena calidad.Costrata excepcional.Los propietarios muy majos, pudimos ocupar las habitaciones sobte la una de la tarde.
La cama amplia, un poco dura ( depende del gusto de cada uno ). Mejoraria la habitación con algunas baldas más, pues espacio hay.
Un consejo para llegar desde la estación de tren es llegar por la calle principal mas ancha ( hasta los cines), es mas largo el recorrido pero mucho mas cómodo si vas con maletas.
Por último, señalar que debido al ser un edificio antiguo no hay ascensor , no es adecuado para personas con limitaciones físicas .