El propietario del hotel es un anfitrión estupendo, que se encarga de que la estancia sea muy agradable. Aconseja qué visitar y se interesa por cómo ha ido el día. El hotel dispone de un pàrking que es muy útil, ya que no hay que preocuparse para buscar aparcamiento (mejor reservar plaza en temporada alta). La habitación, sencilla pero correcta y muy limpia, tiene aire acondicionado con bomba de calor. Nuestra estancia estuvo muy bien, repetiremos seguro porque en la zona hay mil cosas por visitar y en 5 días no alcanza. Recomendamos este hotel a otros viajeros, a nosotros nos fue bien. La última cosa. El propietario tiene una pequeña bodega en el hotel y le compramos una botella de un Pedro Ximénez, etiquetada con el logo del hotel, que está buenísimo. En el hotel también se puede comprar aceite de oliva elaborado en Montilla mismo.