Buen hotel para veranear con niños. Magníficas zonas de piscinas con toboganes para mayores y niños pequeños. Muy buen buffet de desayuno (desconozco comidas y cenas porque no las he usado). La limpieza es muy buena. Alrededores del hotel muy buenos (playa, tiendas, hostelería, entretenimiento...)
Lo peor:
- No dispone de parking suficiente para temporada alta y los alrededores están colapsados para encontrar aparcamiento.
- Las normas de uso de zonas comunes están escritas claramente (horario de acceso a piscinas, prohibición de "reservar" hamacas con toallas, lanzarse a las piscinas sin usar las escaleras, jugar agresivamente con balones en zonas de niños pequeños...) pero la política del hotel es que sean los clientes los que se peleen entre ellos por las actuaciones incívicas de una gran mayoría, ya que no tiene a ningún trabajador velando porque esas normas se cumplan. El resultado es el normal en estos casos. Los clientes que cumplen las normas no tienen posibilidad de usar ciertos servicios porque los incívicos (gran mayoría) campan a sus anchas sin que nadie del hotel les llame la atención.
Para volver a reservar habrá que tener en cuenta qué pesa más en la memoria, si lo desagradable de haber pagado 800 euros por 3 noches y no poder usar muchos servicios porque se apoderan del hotel los maleducados, o los buenos recuerdos de la zona.